El traslado a Tenerife lo hicimos por barco, yo iba en el camarote con los picoletos y los 3 hombres iban en celdas individuales muy pequeñajas, parecían cabinas telefónicas. los picoletos y yo comíamos en el restaurante del barco y luego les llevábamos un bocadillo a los homres.
Cuando llegamos me pareció una prisión muy moderna y bonita, parecía una urbanización de chalets, siendo los chalets los módulos-vivienda de los internos e internas.
Por dentro también era muy bonita con celdas individuales con el baño eestilo a los de los aviones, todo de acero inoxidable y con estanterías de ladrillo rojo para ña ropa.
Conseguí ver a Meli aunque siempre estaba con su amiga que no la dejaba sola ni un momento.
La vida seguía como siempre hasta un día que oí que gritaban Meli, Meli, pero Meli no podía contestar, se había cortado la yugular con una cuchilla fabricada por ella misma.
No me dejaron acompañarla al hospital pero cuando regresó me dejaron en su celda para que la cuidase.
Las funcionarias seguían descontentas conmigo y puesto que estaba en primer grado decidieron trasladarme a la prisión de alts seguridad de Brieva (Ávila).
El viaje fue muy interesante pero ya os contaré mañana todas las prisiones que visitamos y cómo conocí a la que se convirtió en mi mejor amiga Fina.
Perdonadme pero me duele muchísimo la espalda, ya sabéis que estoy recién operada.
Un beso a todos/as.
lunes, 24 de noviembre de 2008
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1 comentario:
No me encuentro demasiado bien con la espalda pero quería contaros mi estancia en Tenerife. Se pede decir que conocí toda España por sus prisiones.
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