domingo, 30 de noviembre de 2008

Pedro II

Llamé a mi hermana a Madrid y le dije que me sacara un billete para Pedro que se volvía para su casa. Tuve que contarle lo que había pasado y, lógicamente, ella se lo contó a mi hermano.
Lo sacó de casa un poco por la fuerza, sin ropa, sin nada, y se lo llevó directamente al aeropuerto

- olvídate para siempre de que tienes una mujer en Canarias. Y como se te ocurra volver a poner un pié en ésta isla te llevo directamente a la Guardia Civil, puedes dar las gracias a mi hermana de que no te haya denunciado ya.

La verdad es que yo era muy feliz con Pedro, jugaba tanto con los niños y estaba tan enamorado de mí… me hacía sentir muy especial. Era todo lo contrario de Vicente (tan reservado y nada cariñoso), me adoraba y creo que yo también a él, así que desde el momento en que se marchó me arrepentí de haberselo contado a mi hermana.

Mis hijos me veían muy triste
- Por qué no llamas a papá y le dices que se venga a vivir con nosotros?
A los dos días estaba Vicente en Las Palmas.

Allí fue todo muy mal. Seguíamos con la droga y, sin darnos cuenta, hacíamos mucho daño a los niños.
Trabajábamos con mi hermano en un puesto de frutas y verduras que tenía en el Merca Las Palmas. Vicente en el puesto atendiendo a los clientes y yo arriba en la oficina haciendo la contabilidad. Todos los días le sisábamos dinero de la caja (de las facturas que nos pagaban los clientes). Lo teníamos bien montado, nos pagaban, nos quedábamos con la pasta y desaparecía la copia de la factura. Incluso, una vez Vicente ingresó en nuestra cuenta un cheque de mi hermano de unas facturas que cobró. Los firmaba por detrás para que Vicente los ingresara en la cuenta de la Empresa. ¡Que putada!
Hasta luego a todos/as.

Pedro

Nos fuimos a vivir con mis hijos a un piso en Madrid. Pedro también se ponía y fue él quién me puso mi primer “pico” (Vicente se pinchaba pero nunca quiso que yo lo hiciese.
Tengo que reconocer que aquélla primera vez no me pareció nada especial, pero rápidamente me “enganché”.
Pedro trabajaba con su padre en un almacén de frutas y verduras envasadas y como yo, por ese entonces no trabajaba, cuando salía a repartir con la furgoneta lo acompañaba. Nos parábamos en cualquier descampado y hacíamos el amor en la furgo, luego seguíamos repartiendo.
Llegó un momento en que decidimos irnos de Madrid para “quitarnos”. Hablé con mi hermano Goyo que nos daba trabajo en el puesto que tenía en el Merca Las Palmas y nos preparamos para la gran huída. El día antes de marcharnos dormimos en casa de los padres de Pedro que me querían mucho, pusieron a los niños con su nieto y a nosotros nos dejaron la habitación de la tía.
A media noche me llamó mi hija
- mamá, ven un momento
- qué pasa hija?
- me ha venido la regla y estoy muy asustada
- pero mi niña eso es fantástico, ya eres toda una mujer, mi niña linda (le dije abrazándola con fuerza)
- tráeme una compresa o algo para ponerme
Le preparé yo misma un par de compresas con algodón y gasas hasta que compráramos por la mañana en la farmacia
- prométeme que no le vas a decir nada a nadie, ni siquiera a Pedro
- prometido
Al día siguiente cogimos un avión para Las Palmas. No llevábamos nada de heroína pues habíamos decidido firmemente dejarlo. Cuando llegamos nos estaba esperando Goyo. Nos había alquilado una casa en el barrio de Escaleritas y nos había comprado algunos muebles y una tele. Yo decidí, muy orgullosa, que le pagaría todo.

Pero la realidad fue muy distinta, lo de dejar la droga nos duró dos días, lo justo para que, en cuanto el mono nos empezó a apretar, saliésemos corriendo de casa a buscar a alguien que nos pudiera decir dónde se podía pillar. Preguntamos un par de veces a la persona equivocada pero enseguida encontramos un chaval muy majo que nos acompañó a la parte alta de Escaleritas y nos enseñó en qué casas se podía pillar “con confianza”… Y volvimos a la rutina de siempre.
Lo peor fue un día que Pedro se metió por la noche en el puesto y le robó a mi hermano dinero de la caja. Según él era para ponernos y hacerle un regalo a su madre a la que pensaba visitar en Madrid. No sabía él lo pronto que la vería; lo habían visto saltar la verja del puesto aunque no sabían quién había sido.
Pero lo cierto es que se lo metió todo y cuando se le terminó se llevó la tele para venderla. Cuando llegué a casa, Bea me dijo
- mamá, Pepito (así lo llamaban los niños) se ha llevado la tele.
Me cogí un cabreo tremendo, no sé si por la tele que era lo único que tenían los niños para entretenerse o porque no me había guardado nada, su pongo que un poco por las dos cosas, a mí me parecía imposible creer que me hubiera hecho eso. Yo era incapaz de hacerle algo así a él, aunque en ese momento comprendí lo bajo que puedes caer por la “puta droga”.
Seguiré. Besitos a todos/as.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Los dos solos

Fue pasando el tiempo y, poco a poco, nos fuimos desvinculando de la gente de Vallecas, así como de Vicente y Rosi. Empezamos a parar todos los días con mis cuñados y sus amigos. Íbamos a la Plaza de Las Peñuelas a pasear a mi hija y allí nos veíamos con ellos. Nos poníamos hasta el culo de canutos y recuerdo que los pájaros se nos cagaban encima por el humo. Me imagino que mi hija también se “colocaba” pero por aquél entonces yo no era consciente de ello
- nos vamos a La Sierra de camping?
- Guai
- llevamos la tienda y volvemos el domingo por la noche
- yo dejaré a la niña con mi madre para que no lo pase mal y así podremos hacer lo que nos parezca
- pues quedamos el viernes a las 2 aquí en La plaza
- vale, nos vemos
Fuimos al Pimpollar, nos gustaba muchísimo bajar al río a bañarnos y la verdad es que era fenomenal y precioso, incluso a Vicente y a mí nos lo parecía.

Pero la vida seguía. Vicente y yo empezamos a ponernos mucho y a ir a nuestro aire, los dos solos o con algún compañero ocasional.
VivÍamos en el Guijo (Galapagar), así que íbamos a “pillar” a “Pitis”. Ibamos los dos juntos o uno de nosotros, pero eso era un rollo porque el que se quedaba en casa tenía que esperar a que el otro volviese y cuando le tocaba a Vicente me parecía larguísima la espera aunque el pobre venía super rápido.
Decidimos separarnos un tiempo. Como siempre era yo la que estaba insegura, o más bien “totalmente enamorada” de Pedro (el padre de mi hijo pequeño)Hasta mañana a todos/as.

Mary Félix

. En una ocasión que fuimos a merendar al campo, recogió un puñado de flores y me las ofreció
- Eres una tía fantástica, te amo
Mary Félix expresaba de esa forma sus sentimientos sinceros hacía mí, no era nada sexual sólo amistad
Lo malo es que ella nos introdujo en el mundo de las drogas duras.
Era todo muy subrealista, pero es que en realidad, todos nosotros éramos bastante subrealistas, vivíamos en un mundo imaginario a causa de la droga y nos parecía todo perfecto y divertido pero la verdad era que ¡no nos enterábamos de nada!, estábamos siempre colgados.
Y así empezamos a ir al Pueblo de Vallecas.
Allí conocimos a toda la vasca de Mary Félix y nos hicimos muy amigos, especialmente de Maribel y Alex, el Pepsi (que en un “viaje” mal llevado, se tiró por el balcón de su casa y se mató) y los demás que venían a casa con frecuencia o íbamos nosotros a las de ellos.
En casa de Maribel vimos por primera vez cómo se peleaba con Alex por la droga. Por el momento eso era impensable para Vicente y para mí, compartíamos todo a partes iguales pero cuando estuvimos realmente enganchados la cosa cambió y nos hicimos mucho más egoístas y ansiosos con la droga.
En sus visitas a casa conocieron a Adolfo y Javi (otro de los siete hermanos de Vicente).

Un día que nos habíamos fumado un chino de un “caballo” que nos dieron a probar, y estábamos paseando por La Castellana, nos encontramos con Tito (un amigo del barrio de toda la vida)
- ¡Hostias!... ¿dónde vais? No veas si hace tiempo que no sabemos nada de vosotros
- ya ves, paseando ¿y tú?
- vengo de currar. Oye, os veo muy pedos ¿os habéis metido algo?
- pues… ¡anda que tú!, no puedes ni hablar
- pero yo no sabía que os poníais
- ni nosotros que te ponías tú
- oye… se me está ocurriendo que podemos pasar por la oficina que allí tengo de todo guardado…
- debuten ¿dónde es?
- En Cuatro Caminos, al lado del cuartel de la guardia civil
Nadie en el barrio sabía nada de nuestras incursiones en el mundo “acojonante” de las drogas duras, (digo acojonante por lo horrible que en realidad resulta estar enganchado)
Mañana más. Besitos a todos/as.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Mi vida anterior

Ahora estoy viva
Al principio, yo trabajaba de secretaria del Director de una empresa muy conocida y Vicente lo hacía de dependiente en una tienda de electrodomésticos, recuerdo que mis compañeros le llamaban “el neveras”.
En esa época yo era muy joven y estaba “bastante bien” por lo que todos los compañeros estaban encantados conmigo, lógicamente, no así las chicas. Mi jefe me llevaba a sus viajes de negocios a Soría (donde estaban instalando una fábrica)
Después Vicente empezó a trabajar con mi hermano en una filial de telefónica, vendiendo publicidad para las páginas amarillas. Supongo que fue cuando empezó a desmadrarse y, mientras yo me quedaba en casa cuidando de nuestra hija, él se iba a cenar con sus compañeros y de juerga a las discotecas , juergas bastante sanas porque, en realidad a Vicente nunca le interesaron las mujeres, me amaba muchísimo, aunque le encantaba coquetear con ellas y dárselas de “ligón”.
Fue por entonces cuando empezamos con la droga de la manera más tonta.Nos fuimos de vacaciones a un camping con una pareja de amigos, Vicente y Rosi, su inseparable Eugenio “el Zeta” y nuestra hijita. Me acuerdo que el primer día la niña tenía fiebre y estuvo llorando toda la noche, así que, lógicamente, me tocó acunarla todo el tiempo para que no llorase, y eso a pesar del pedo que llevábamos todos (por esa época solo nos metíamos pastillas y, por supuesto, fumábamos porros. La verdad es que pasamos unos días muy divertidos.
Uno de los días, por la mañana, entró en nuestra tienda una preciosa chica que llevaba en las manos una pamela llena de flores y empezó a darnos una a casa uno. Era Mary Félix que se convirtió por un par de años en mi mejor amiga.
Mañana más. Besos a todos/as.

Mi vida anterior

Al principio, yo trabajaba de secretaria del Director de una empresa muy conocida y Vicente lo hacía de dependiente en una tienda de electrodomésticos, recuerdo que mis compañeros le llamaban “el neveras”.
En esa época yo era muy joven y estaba “bastante bien” por lo que todos los compañeros estaban encantados conmigo, lógicamente, no así las chicas. Mi jefe me llevaba a sus viajes de negocios a Soría (donde estaban instalando una fábrica).
Después Vicente empezó a trabajar con mi hermano en una filial de telefónica, vendiendo publicidad para las páginas amarillas. Supongo que fue cuando empezó a desmadrarse y, mientras yo me quedaba en casa cuidando de nuestra hija, él se iba a cenar con sus compañeros y de juerga a las discotecas , juergas bastante sanas porque, en realidad a Vicente nunca le interesaron las mujeres, me amaba muchísimo, aunque le encantaba coquetear con ellas y dárselas de “ligón”.

Fue por entonces cuando empezamos con la droga de la manera más tonta.Nos fuimos de vacaciones a un camping con una pareja de amigos, Vicente y Rosi, su inseparable Eugenio “el Zeta” y nuestra hijita. Me acuerdo que el primer día la niña tenía fiebre y estuvo llorando toda la noche, así que, lógicamente, me tocó acunarla todo el tiempo para que no llorase, y eso a pesar del pedo que llevábamos todos (por esa época solo nos metíamos pastillas y, por supuesto, fumábamos porros. La verdad es que pasamos unos días muy divertidos .Uno de los días, por la mañana, entró en nuestra tienda una preciosa chica que llevaba en las manos una pamela llena de flores y empezó a darnos una a casa uno. Era Mary Félix que se convirtió por un par de años en mi mejor amiga.
Mañana más. Besos a todos/as.

jueves, 27 de noviembre de 2008

La vida sigue


Pero cuando estás presa las cosas ocurren inesperadamente y a Rosa se la llevaron de cunda a Carabanchel. Lo pasé mal pero tenía a Fina que aunque estaba en otro módulo me mandaba “pilas” (notas enrolladas en una pila que se lanzaban por encima del muro y caían al otro patio) que siempre te entregaba alguna compañera que la recogía del suelo y así nos comunicábamos. Usábamos el mismo sistema para tirarnos papelinas de droga, aunque en ese caso estábamos al loro esperando.

Fina se marchó al Hospital pero eso ya os lo había contado aunque a des-tiempo.

Ocurrieron varios encuentros y desencuentros, me mandaron a Carabanchel donde ví a Rosa y una funcionaria se enrollaba y nos sacaba al patio juntas.

Me haabían pasado al módulo azul.

Me habían llevado para hacer un curso de “peluquera” que no superé y me devolvieron a Brieva. Allí empecé a moverme con otra gente que tenía más posibilidades de tener droga o dinero para ella, conocí a las hermanas Benito y me enrollé con la pequeña, Pilar. Estuvimos viviendo juntas pero al final una serie de acontecimientos inesperados nos obligaron a enfrentarnos y terminamos cada una por un lado.

Por entonces yo paraba mucho con Marisol y Juani. Marisol era la encargada de la limpieza, vivían juntas en la misma celda y estaban enrolladas pero Marisol lo negaba y me decía que si alguna vez era así yo sería la primera en saberlo.

En “el talego” el hecho de que dos personas del mismo sexo estuvieran juntas era de lo más normal del mundo, era nuestra vida, nuestras vecinas, era como la vida en libertad en la calle pero reducido al ámbito de unos muros y solamente con mujeres.

Tengo que decir que la primera vez que tuve un vise à vise en el módulo azul, Marisol se sentó en la mesa conmigo y me exigió que le diera la mitad de la droga que me había traído Vicente, me enfrenté a ella y le dije que lo que yo tenía era para mí y para quién yo quisiera. Fué desde entonces que nos hicimos amigas ya que nadie se había atrevido a enfrentarse a ella y por eso me gané su respeto.

En el talego es muy importante que la gente te respete, impera la ley del más fuerte y lógicamente los enfrentamientos y peleas (especialmente por temas de droga) estaban a la órden del día.

Mañana os sigo ccontando. Besitos a todos/as.


miércoles, 26 de noviembre de 2008

Conociendo a Rosa

Todas las celdas formaban una especie de ángulo recto alrededor del patio y, lógicamente debido a nuestro primer grado, las celdas eran individuales.
Cuando bajaba al patio y puesto que aún no conocía a nadie, me sentaba en una esquina observando a la gente ir y venir charlando.
Hablaba con otra presa que estaba en su ventana pues tenía la primera fase del primer grado y bajábamos al patio en horas diferentes, se llamaba Rosa y durante mucho tiempo fuimos inseparables hasta el punto de que cuando la pasaron a la 2ª fase que era en la que estaba yo, las funcionarias nos llamaban Rosas para decirnos cualquier cosa.
Como es de suponer desde que la pasaron a mi fase nos gustamos y a los pocos días nos habíamos enrollado. Lo hacíamos todo juntas, comer, pasear, ir al gimnasio de la prisión, al cine, etc.
Cuando teníamos vise à vise lo hacíamos juntas y cuando salíamos a comunicar con nuestras respectivas familias también íbamos juntas así que le presenté a mis hijos sin ocultarles lo que había entre nosotras.
Rosa era maravillosa, la pareja ideal, jamás pensé que podría enamorarme de esa forma de otra mujer.
Mañana más. Besitos a todos/as

martes, 25 de noviembre de 2008

Puerto de Santa María

Pero lo que yo no sabía era que debía pasar por varias prisiones. A la primera que me llevaron fue al Puerto de Santa María.
Allí había poca gente. Venía también conmigo una chica gallega que se llamaba Fina, era más bien bajita pero tenía un cuerpo musculoso y atlético, muy simpática y no se cortaba un pelo a la hora de expresar su opinión. Desde el primer momento me calló bien. Nos hicimos muy amigas y paseábamos juntas por el patio charlando de todo. Resultó que ella también tenía una hijita enferma igual que mi Jandrito, así que teníamos algunas cosas en común aparte de la adicción a las drogas.
Me hacía gracia que por las mañanas siempre había alguien que decía “buenos días mujeres”.
Estuvimos como dos semanas, y de allí nos llevaron de cunda en furgones conducidos y custodiados por picoletos, a Sevilla II. La prisión de Sevilla era más grande y por tanto más ruidosa y con gente de otra clase, “más delincuente”.
A Fina la habían separado de mí porque ella tenía el primer grado y al parecer no les habían comunicado que yo también iba con ese mismo “distintivo”.
De Sevilla nos llevaron rápido a Brieva. Ibamos en grandes furgones con cabinas individuales en las que nos cerraban y de vez en cuando paraban y nos dejaban bajar a estirar las piernas pero sin quitarnos la vista de encima.Cuando llegamos al departamento de “ingresos” a Fina la mandaron al módulo amarillo y a mí al verde. En Brieva todas las “internas” (las presas) tenían el primer grado pero había 3 módulos: el azul para las que estaban en “estudio” para poder pasar a segundo grado, el verde para las de primer grado normal y el amarillo para las “peores” o las que estaban sancionadas: en el módulo verde había primera fase y segunda fase.
Mañana os empezaré a contar mi andadura por Brieva que duró cuatro años, dos meses y un día.
Besitos a todos/as

lunes, 24 de noviembre de 2008

Tenerife II

El traslado a Tenerife lo hicimos por barco, yo iba en el camarote con los picoletos y los 3 hombres iban en celdas individuales muy pequeñajas, parecían cabinas telefónicas. los picoletos y yo comíamos en el restaurante del barco y luego les llevábamos un bocadillo a los homres.
Cuando llegamos me pareció una prisión muy moderna y bonita, parecía una urbanización de chalets, siendo los chalets los módulos-vivienda de los internos e internas.
Por dentro también era muy bonita con celdas individuales con el baño eestilo a los de los aviones, todo de acero inoxidable y con estanterías de ladrillo rojo para ña ropa.
Conseguí ver a Meli aunque siempre estaba con su amiga que no la dejaba sola ni un momento.
La vida seguía como siempre hasta un día que oí que gritaban Meli, Meli, pero Meli no podía contestar, se había cortado la yugular con una cuchilla fabricada por ella misma.
No me dejaron acompañarla al hospital pero cuando regresó me dejaron en su celda para que la cuidase.
Las funcionarias seguían descontentas conmigo y puesto que estaba en primer grado decidieron trasladarme a la prisión de alts seguridad de Brieva (Ávila).
El viaje fue muy interesante pero ya os contaré mañana todas las prisiones que visitamos y cómo conocí a la que se convirtió en mi mejor amiga Fina.
Perdonadme pero me duele muchísimo la espalda, ya sabéis que estoy recién operada.
Un beso a todos/as.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Perdón

Siento que hayan pasado estos días sin hablar con vosotr@s pero me he estado preparando para operarme de las vértebras. Ingreso mañana vienes 21 a las 7,30 de la mañana. Espero qu tdo salga bien, ya os contaré y segiremos con hora estoy viva.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Ahora estoy viva: El Primer grado

Ahora estoy viva: El Primer grado

El Primer grado

Yo era muy rebelde, las funcionarias empezaban a estar hartas de mí y me metieron el primer grado, eso significa que tenía que estar encerrada sola en el módulo de aislamiento y salir al patio solo una hora al día cuando las demás "internas" estaban cerradas, en la hora de la siesta después de comer.
Al principio lo pasé muy mal, lo peor era la soledad, el no tener a nadie con quién hablar, pero a los pocos días te acostumbras y, al final. me faltaba tiempo para hacer todo lo que hacía antes de que apagasen las luces por las noches. Además mis compañeras venían y hablaban conmigo a través de la puerta, a pesar de que estaba prohibido y si las pillaban les ponían un "parte" (sanción). Allí fué donde empecé a escribir "Almas Azules"y todos los días les pasaba a mis amigas por debajo de la puerta las hojas que iba terminando. Les encantaba y me metían prisa para que escribiese más.
Cuando salía al patio me dejaban en un rincón que ya habíamos acordado, una bolsa con tabaco, bollos y alguna notita contándome cosas, así me enteré de que a Meli se la habían llevado "de cunda" (traslado) a la Prisión de Tenerife II.
Al poco tiempo una funcionaria me informó de que preparara mis cosas que me mandaban a Tenerife. Por un lado me puse triste por dejar a las compañeras con las que había compartido tantas cosas, pero por otro lado me puse super contenta de pensar que vería a Meli.
Mañana más.
Un beso a todos/as.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

El Salto del Negro

Me pasé una semana entera sin probar bocado y devolviendo continuamente, no me daban nada para el "mono" y yo me sentía fatal.

El lunes de la semana siguiente oí que abrían la puerta de la celda y una funcionaria con cara de malas pulgas me dijo que saliese. Empecé a andar por el pasillo sin saber hacia dónde dirigirme, por las ventanas se veía el patio y varias mujeres tomando el sol, lavando la ropa o simplemente charlando.
Seguí caminando y ví una puerta que decía "sala de TV", la abrí y más de veinte mujeres me miraron entre cabreadas por la interrupción y un poco intrigadas al ver una cara nueva, la cerré inmediatamente y seguí por el pasillo hacia adelante, otra puerta, "comedor", estaba vacío, habís muchas mesas alargadas con bancos de madera y me senté en uno delante de una ventana soleada que daba a un jardín.
Subí las piernas flexionadas sobre el banco, apoyé los brazos en las rodillas y empecé a llorar amargamente
- no llores, no merece la pena
era Sara, que entró sin añadir palabra y me abrazó con ternura. El abrazó me sentó de maravilla, lo necesitaba.
Empezamos a hablar y me contó cómo funcionaban las cosas. Nos hicimos amigas y durante el año que estuve allí fuimos inseparables. Ese día vendí un anillo que me había regalado el Mafia, y nos pusimos unas papelinas super pequeñas de caballo.
Sara tenía a su novio en el módulo de hombres y cuando íbamos al gimnasio se encontraban en los pasillos y se besaban, aunque siempre había una funcionaria diciendo "vamos, vamos".
Un día me llamó poderosamente la atención una chica que iba empujando un cubo grande de basura, lo hacía con tanta gracia y tanta seguridad en sí misma que no podía por menos que fijarme atentamente en ella. Era Meli y cuando la conocí bien, poco a poco, me fuí enamorando de ella hasta el punto que, cuando mi padre me pagó la fianza, me negué a salir alegando que allí estaba más alejada de la droga. Poco se imaginaba mi padre la verdadera razón, ni tampoco podía imaginar que allí tenía toda la droga que quería.
Pero Meli tenía una amante, su compañera de celda, Camen la Malagueña que era muy celosa y que estaba continuamente metiéndose conmigo y desafiándome para que nos pegáramos, incluso una negra me enseñó como debía enfrentrme a ella, desnuda y embadurnada de aceite para que rebalase y no me pudiese agarrar por ningún sitio.
Pero, de momento no entraba en mis planes pegarme con Carmen y además tanía suficiente con mis encuentros furtivos con Meli.
Continuará mañana.
Os espero, besos a todos /as.

martes, 11 de noviembre de 2008

La vida sigue

Mis padres vendieron el chalet que tenían en Calpe (Alicante) y se vinieron a vivir a Las Palmas, compraron un bonito piso detrás de El Corte Inglés y Vicente, los niños y yo nos fuimos a vivir con ellos. Mis padres tenían una especie de debilidad por mí, supongo que, al ser drogadicta, me veían más desvalida y pensaban que los necesitaba más que los otros hijos.
Vicente y yo seguíamos como siempre, poniéndonos hasta las orejas, Íbamos a pillar a la casa de Lucía (mujer de 50 y tantos), en esa casa todo el mundo vendía papelinas, desde la abuela, Maye (así la llamaban sus nietos, hijos de Lucía), hasta la propia Lucía, pasando por los 7 hijos e hijas que se buscaban todos la vida de la misma forma. Allí conocimos al Mafia (llamado así por sus trapicheos con la droga. Era muy feo pero estaba forrado y tenía mucha droga. Me entollé con él, eso fue otra de las cosas que aún no compendo cómo fui capaz de hacer, lo único que me consuela es pensar que no era yo sino la droga.
Empecé a acompañarlo a todos los sitios, cuando tenía que reunirse con alguien por el mismo tema, yo lo acompañaba. Vicente se lo tomaba a risa y jamás se imaginó lo que había entre el Mafia y yo. Un día decidimos ir a Fuerteventura a llevar cocaína a los contactos que tenía allí el Mafia. Cuando estábamos a punto de embarcar oí una voz que decía:
- Alto, quedan detenidos, desen la vuelta despacio. Yo me giré y me encontré frente a un madero de paisano que rápidamente me puso las esposas me obligó a subir a un coche de esos que llevan cuando no van de uniforme, el Mafia se encontraba también esposado.
- Por favor, tengo muchas ganas de fumar, dije muy amablemente, ¿podrías darme un cigarrillo de mi bolso?
- Te lo doy si me dices dónde guardáis la droga. Me quedé pensativa "en la comisaría me cacheará una mujer policía y me sacará todo"
- vale, pero dame el cigarro ya. Me lo dió y le conté todo.
Cuando llegamos a Comisaría, efectivamente, me cacheó una mujer, Pasamos allí la noche, separados por supuesto, y por la mañana nos llevaron al Juzgado para declarar. Nos decretaron a prisión. Esa misma tarde ingresé en el módulo de mujeres de la cárcel de El Salto del Negro en Las Palmas.
Continuará mañana.
Besos a todos/as

lunes, 3 de noviembre de 2008

Ahora estoy viva: El regreso II

Ahora estoy viva: El regreso II

El regreso II

Pues sí ya os conté mi boda. Luego nos iríamos de viaje de novios, nosotros solo hasta Canarias porque no había más pelas, pero mi hermana y su marido pensaban irse a La India (eran los años 7o, la moda de los "gurus" y todo eso), regresamos a Madrid.
Cuando llegamos a casa, mi madre (a la que le habíamos dado dinero para quenos alquilase un apartamento, me llamó aparte y me dijo
Mi niña, papá y yo hemos pensado que os podríais quedar en casa con nosotros, así ahorráis el dinero que os hará mucha falta y también para ese hijito que estás esperando porque ¿estás embarazada, no?.
Mamá era maravillosa cuando quería, nos abrazamos y acepté su ofrecimiento que por otro lado nos venía de lujo.
Cuando nació mi hija, porque fue una preciosa niña (ya tiene 34 años y un hijo, mi nieto), empezamos a salir con los hermanos de Vicente y sus amigos, íbamos al parque con la niña en su cochecito y nos fumábamos unos porros, no me daba cuenta del daño que hacía a mi hija si le llegaba ese humo.
Empezamos a desmadrarnos y de los porros pasamos a la heroína y a la cocaína. ¡fatal! ya no había vuelta atrás.
Y bueno por hoy he terminado, mañana os contaré las cosas "horribles que vivimos por causa de la droga, solo deciros que conseguí dejarlo después de más de 30 años, cuando murió Vicente en el año 2003, de ahí el título de mi blog.
Hasta mañana a todos/as.

Hay que joderse

Acabo de escribir en mi blog la tercera parte llamada "El Regreso" y cuando después de solicitar su publicación lo edito para verlo resulta que se habían comido todo el texto sólo figuraba en la publicación la primera línea, o sea nada, lo volveré a repetir porque después de la boda viene lo más interesante ¿he dicho boda? eso también os lo contaba ahí, creo porque en realidad ya he perdido el hilo, voy a repasar y repetir lo que falta.
Hasta ahora a todos/as

El regreso

Después del viaje de la boda nos fuimos de viaje de novios ¡cinco personas!

domingo, 2 de noviembre de 2008

Yo sigo...

Pues sigo aquì. la verdad es que no conozco muy bien la forma en que funciona esto de los blogs pero lo estoy intentando.
Qué puedo contaros hoy? Os contaré cómo fue mi boda.
Yo enía 22 años y estaba embarazada,mis padres no sabían nada, ellos eran contrarios totalmente a mi relación con Vicente y cuando les dije que me casaría el 27 de diciembre de aquél año 1973, su primera reacción fué : - pues no iremos a esa boda, si te casas con él dejaras de ser nuestra hija.
Mi padre era militar y mi madre pertenecía a una rica familia de Lanzarote mientras que Vicente era el mayor de siete hijos de una familia humilde.
Me puse de acuerdo con mi hermana pequeña Lola para casarnos juntas.
Lola vivía en Canada y se casaría con un inglés de Sudáfrica.
Ya eramos cuatro. No me importaba nada la opinión de mis padres que llevaban 3 años intentando por todos los medios romper mi relación.
Fue una boda preciosa, en inglés y en español y mi hermana y yo pasamos todo el tiempo que duró la ceremonia haciéndonos muecas y riéndonos por lo bajini.
Ya os contaré más cositas.
Por favor escribirme y hacerme saber que hay gente que me lee ¡me pondría tan contenta--!
Besitos a todos/as

sábado, 1 de noviembre de 2008

Ahora estoy viva

Pues sí, después de más de 30 años viviendo totalmente en la inopia, sin enterarme de nada de lo que ocurría a mi alrededor, sintiéndome felíz conmigo misma y sin comprender que en realidad no había ninguna razón para ello, ahora sé que estar viva es lo mejor que le puede ocurrir a culquiera.
He tenido tantas vivencias detodo tipo, a veces buenas y otras veces menos buenas pero con las que yo me identificaba totalmente sin comprender que en realidad ¡no me enteraba de nada!
Me gustaría muchísimo contaros algunas de ellas pero como se suele decir: no es el momento ni el lugar. Pero hablaremoa de todo ello poco a poco, según me lo vayais pidiendo.
De momento deciros que estoy encantada de estar con todos/as vosotros/as y que me encantaría que fueramos amigos/as.
Comentad mis entradas y preguntadme todo lo que querais yo siempre tendré una sincera respuesta para vostros/as.