jueves, 27 de noviembre de 2008

La vida sigue


Pero cuando estás presa las cosas ocurren inesperadamente y a Rosa se la llevaron de cunda a Carabanchel. Lo pasé mal pero tenía a Fina que aunque estaba en otro módulo me mandaba “pilas” (notas enrolladas en una pila que se lanzaban por encima del muro y caían al otro patio) que siempre te entregaba alguna compañera que la recogía del suelo y así nos comunicábamos. Usábamos el mismo sistema para tirarnos papelinas de droga, aunque en ese caso estábamos al loro esperando.

Fina se marchó al Hospital pero eso ya os lo había contado aunque a des-tiempo.

Ocurrieron varios encuentros y desencuentros, me mandaron a Carabanchel donde ví a Rosa y una funcionaria se enrollaba y nos sacaba al patio juntas.

Me haabían pasado al módulo azul.

Me habían llevado para hacer un curso de “peluquera” que no superé y me devolvieron a Brieva. Allí empecé a moverme con otra gente que tenía más posibilidades de tener droga o dinero para ella, conocí a las hermanas Benito y me enrollé con la pequeña, Pilar. Estuvimos viviendo juntas pero al final una serie de acontecimientos inesperados nos obligaron a enfrentarnos y terminamos cada una por un lado.

Por entonces yo paraba mucho con Marisol y Juani. Marisol era la encargada de la limpieza, vivían juntas en la misma celda y estaban enrolladas pero Marisol lo negaba y me decía que si alguna vez era así yo sería la primera en saberlo.

En “el talego” el hecho de que dos personas del mismo sexo estuvieran juntas era de lo más normal del mundo, era nuestra vida, nuestras vecinas, era como la vida en libertad en la calle pero reducido al ámbito de unos muros y solamente con mujeres.

Tengo que decir que la primera vez que tuve un vise à vise en el módulo azul, Marisol se sentó en la mesa conmigo y me exigió que le diera la mitad de la droga que me había traído Vicente, me enfrenté a ella y le dije que lo que yo tenía era para mí y para quién yo quisiera. Fué desde entonces que nos hicimos amigas ya que nadie se había atrevido a enfrentarse a ella y por eso me gané su respeto.

En el talego es muy importante que la gente te respete, impera la ley del más fuerte y lógicamente los enfrentamientos y peleas (especialmente por temas de droga) estaban a la órden del día.

Mañana os sigo ccontando. Besitos a todos/as.


1 comentario:

Unknown dijo...

Voy resumiendo un poco pero es de imaginar que transcurrieron meses desde que me llevsron a Carabanchel hasta que me devolvieron a Brieva.